martes, 12 de enero de 2010
Teoría de Stenberg sobre el amor
En su teoría sobre el amor Stenberg señala tres componentes: identidad (I), pasión (P) y decisión/compromiso (C); a partir de los cuales se analizan las estructuras de amor de los dos miembros. Según una metáfora geográfica esos componentes ocuparían los vertices de un triángulo. El área del triángulo nos indicará la cantidad de amor sentida por un sujeto, y su forma geométrica, dada por las interrelaciones de los elementos, indicaría el equilibrio o nivel de cada uno de los componentes. Un estudio realizado a partir de esta teoría ha dado los siguientes resultados:
Resultados por sexos:
El nivel de P es mayor en las mujeres mientras que los demás niveles del resto de los componentes (I y C) son similares en ambos sexos. Se observa una tendencia de que se atribuyen mayores niveles de I que a sus parejas. No obstante, los hombres se consideran más apasionados. Las mujeres cuanto más comprometidas y apasionadas quieran sentirse, desean en ellos mayor pasión y compromiso.
Con el tiempo disminuyen o se pueden modificar en lo que a expresión se refiere, la intimidad y la pasión, el compromiso se mantiene constante. Las mujeres no perciben esta disminución de la pasión en sus parejas, al pensar que ellos se sienten más pasión.
Por otro lado, los ideales de relación en los varones no se modifican con el tiempo, mientras que en las mujeres disminuyen los niveles de intensidad y compromiso hasta que se sientan demasiado comprometidas. Y al mismo tiempo desean más intimidad y pasión en sus parejas.
Resultados por parejas:
Los sujetos perciben correctamente lo apasionado/a y comprometido/a que se siente el otro; pero la percepción de intimidad que siente la pareja es menos adecuada a la realidad.
Ambos miembros de una pareja no coinciden en el nivel ideal de cada componente, salvo en la pasión. Los niveles de I se mantienen de forma paralela en los dos conjuntamente, aunque sus deseos de mayor o menos intimidad no se modifican de forma paralela. Con el tiempo, los cambios de ambos en I y C se producen de forma similar.
No obstante, la relación ideal se va puntualizando y ambos desean cosas diferentes para sí mismo y para el otro; ya no es igual el nivel de C que quieren sentir. Y la P que las mujeres desean para sus parejas es mayor que la que ellos desean para ellas.
Sin embargo, los varones piden más I y C del que a ellas les gustaría y las mujeres piden más P de lo que ellos desean. Tampoco se cumplen las aspiraciones de la pareja en la realidad: los varones presentan más I y C de la que ellas sienten.
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