viernes, 16 de enero de 2009

Ejercicio físico y depresión (por Katee Lee)






¿Puede el ejercicio en realidad mejorar mi estado de mal ánimo?

Sí. Una caminata a paso brioso tres veces a la semana puede ayudarle a recuperarse de una depresión en menos tiempo, puede disminuir la severidad de la misma, e incluso puede prevenir desde un principio que sea afectado por la melancolía o la tristeza. Docenas de estudios clínicos han demostrado que el ejercicio puede de manera significativa aliviar síntomas físicas y emocionales en personas que sufren de la depresión clínica. Otros estudios han demostrado que personas de cualquier edad, sea usted joven o en edad avanzada, sufrirán menos problemas físicos y mentales tanto como gozaran de un mejor auto-estima al seguir un régimen fijo de ejercicio.

En un estudio clínico, se planteó que un grupo de estudiantes universitarios que hacían ejercicios aeróbicos durante cinco semanas se sobrepuso de forma más plena y más rápida de los sucesos estresantes de la vida que aquellos que practicaban técnicas para relajarse. De hecho, un estudio que siguió un grupo de pacientes entre 50 y 77 años de edad encontró que un régimen fijo de ejercicio ayudaba tanto para aliviar síntomas de depresión como tomar medicamentos, según un reportaje en la edición del 25 de octubre de 1999 de Archives of Internal Medicine.

¿Cómo es que el ejercicio puede ayudarle a aliviar la depresión?:

El simple hecho de enfocarse tanto mental como físicamente en una actividad rítmica puede ayudarle a aliviar la ansiedad. El ejercicio es una buena manera de acabar con el estrés, no solamente porque alivia la tensión muscular sino que a la vez acelera el ritmo del corazón. Resulta que la combinación relaja el cuerpo y lo hace sentir más despierto. Por lo tanto, se siente más capaz de enfrentar los problemas de la vida. Además, se sentirá mejor sabiendo que está vaciando sus frustraciones en un Stairmaster y no en su pareja o en sus socios.

Si su sueño y apetito han sido afectados por la depresión, el hecho de quemar unas calorías más puede ayudar al cuerpo a encaminarse de nuevo y aumentar su nivel de energía. Claro, ponerse más fuerte y mantenerse en forma lo hace sentir mejor consigo mismo a la vez que realza su sentido de eficacia y control sobre su propia vida. Tampoco es poca cosa saber que puede de vez en cuando rendirse a la tentación de comerse un helado con frutas y nueces sin preocuparse demasiado por los efectos que eso podría tener en sus caderas.

Es imposible decir con plena seguridad que el ejercicio de hecho puede cambiar la química del cerebro. Sin embargo un estudio reciente encontró que una buena sesión de ejercicios puede aumentar su nivel de serotonina, una sustancia química relacionada con el estado de ánimo de uno. El ejercicio intenso también puede estimular la producción de los endorphins, analgésicos naturales que pueden en ocasiones hacerlo sentir eufórico, pero los investigadores no están seguros si esto es suficiente para sacarlo de un estado depresivo.
También existen claros beneficios sociales en el ejercicio que pueden ayudarle a mejorar su estado de ánimo. Pertenecer a un club o encontrarse con amigos para caminar o hacer ejercicios puede disminuir la sensación de aislamiento que puede desarrollar al estar deprimido.

¿Cuáles ejercicios son los mejores para aliviar mi estado de ánimo?:

No hay pruebas que confirmen que una clase de ejercicios sea mejor que cualquier otra. La mayoría de los estudios clínicos han investigado el correr u otras actividades aeróbicas. Sin embargo, aquellos estudios que también han comparado los efectos de las actividades de baja intensidad, tales como caminar y ejercicios no-aeróbicos tal como el entrenamiento con pesos, han encontrado que estos tipos de ejercicio son igualmente eficaces en disminuir la ansiedad y la depresión. Para aprovechar los beneficios emocionales ni siquiera necesita lograr un aumento en su fuerza física o capacidad cardiovascular.

¿Cómo puedo esforzarme a hacer ejercicios cuando por poco no puedo levantarme de la cama?:

Puede parecerle imposible esforzarse a hacer ejercicios por su cuenta. Si usted está sufriendo de una depresión severa, hable primero con su médico acerca de sesiones de sicoterapia o medicamento, o los dos. Al sentirse un poco recuperado, podría buscar un programa estructurado enfocado en ejercicios que se hacen en grupo y basado en actividades que ha gozado en el pasado.

Pertenecer a un grupo dedicado al gozo de caminar puede ser una buena opción porque puede participar sin que haya alcanzado un nivel de buen estado físico y no requiere ningún entrenamiento o equipo especial.

Salir de la casa en sí -- sobre todo si el día está bueno -- le puede ser terapéutico. Comience caminando por cinco a diez minutos al día hasta que alcance los 30 o 45 minutos seguidos. Puede ser que tenga que mantener este régimen por varias semanas antes de sentir una mejoría en su estado de ánimo pero intente hacer de este régimen una costumbre imprescindible. A lo mejor ayudaría pensar en esto como adquirir un nuevo estilo de vida saludable que pretende mantener por vida. Entonces tómelo poco a poco. Los estudios clínicos demuestran que hay que seguir un régimen de ejercicio fijo por al menos cuatro meses seguidos antes de sentir una verdadera mejoría.

Recuerde, el ejercicio no puede ser considerado como opción única en el tratamiento de la depresión. Sin embargo, se considera que es una buena actividad para agregar a sesiones de sicoterapia o tratamiento con medicamentos. Si usted padece de una condición médica o no está en una buena condición física, hable con su médico acerca del mejor régimen de ejercicios para usted.


KATE LEE. CONSUMER HEALTH INTERACTIVE.

1 comentario:

francarni dijo...

Pues yo creo que algo puede ayudar, pero lo que si sé, es que hacer algo de ejercicio ayuda a quitar estrés y a relajarse, y si realizas una actividad en la que tengas que hacer ejercicio físico aunque sea poco,y te guste pues mucho mejor.